Esta tarde el Plenario Legislativo recibió una nota en la que el Concejo Municipal de Barva solicita a la Asamblea Legislativa la pronta aprobación del Expediente 19700, presentado en 2014 por el diputado frenteamplista José Ramírez Aguilar. Dicho proyecto de Ley busca otorgar la distinción de Benemérito de la Educación al docente barveño Alejandro Rodríguez Rodríguez.
En los años 20 del siglo pasado, Rodríguez Rodríguez ideó la Ley de Socorro Mutuo del Personal Docente, la cual presentó a las autoridades de educación de la época y llegó al Congreso por medio del diputado Fernando Guerrero. El 24 de diciembre de 1920 la iniciativa se convirtió en Ley de la República.
“Hay que tener presente que don Alejandro era un humilde maestro rural sin influencias políticas y sin embargo, hizo un encomiable esfuerzo por gestar y promover una institución social solidaria, protectora de las familias de las y los educadores”, dijo al respecto el diputado José Ramírez Aguilar.
El diputado herediano señaló que la petición del Concejo Municipal se da con motivo de la conmemoración del cincuenta aniversario de la muerte del señor Rodríguez y ante la proximidad del centenario de la aprobación de la Ley por él creada. “Reconocer los méritos y el ejemplo de don Alejandro Rodríguez Rodríguez está más allá de cualquier color político y es una forma de agradecerle un legado que hoy beneficia a miles de costarricenses”, finalizó Ramírez.
¿Quién era don Alejandro Rodríguez Rodríguez?
Nació el 10 de julio de 1882. Fueron sus padres don Lorenzo Rodríguez Arias y doña Jacoba Rodríguez Molina. Realizó sus estudios primarios en la escuela de varones de dicha localidad, dirigida en esa época por el recordado y distinguido profesor don Pedro Murillo Pérez. Desde temprana edad mostró el niño Alejandro una excepcional inteligencia y una especial sensibilidad por el dolor ajeno, y por eso, aunque miembro de una humilde familia, era capaz de compartir hasta sus zapatos, ropa o comida con quien lo necesitara. Luego pasó al colegio de San Agustín de la ciudad de Heredia bajo la dirección del dr. Benjamín Céspedes, donde cursó algunos años de educación secundaria.
En 1902, a los veinte años de edad, inició sus servicios en el magisterio como maestro de la escuela de varones de la ciudad de Grecia. Años después obtuvo, mediante pruebas reglamentarias el certificado elemental de aptitud y luego, superándose siempre para el mejor desempeño de sus labores docentes, obtuvo el certificado superior de aptitud, figurando en el escalafón de maestros de la República en primera categoría del grupo B. Fue maestro, director y visitador de escuelas en varios cantones de la provincia de Alajuela. En el año 1916, siendo director de la Escuela de San José Norte del cantón de Atenas, tuvo la feliz iniciativa de presentar para estudio de sus jefes un proyecto de ley sobre socorro mutuo del personal docente, proyecto que fue acogido con el mayor entusiasmo por todos los educadores del país y con fecha 24 de diciembre de 1920, se convirtió en ley de la República, conocida como Ley de socorro mutuo del personal docente.
Esta ley emitida por primera vez en el país, a iniciativa del insigne y recordado maestro don Alejandro Rodríguez, establecía, mediante un sistema de mutualidad, un auxilio económico a los maestros que se retiraban jubilados o pensionados del servicio docente.
En 1925, por dificultades en la aplicación de la ley original que ofrecía tanto el seguro de vida como el socorro mutuo, esta fue derogada y en su lugar se decretó la ley actual de Sociedad de Seguros de Vida del Magisterio Nacional, Ley
N.° 5 de 13 de mayo de 1925. Tal reforma persigue los mismos fines de la ley anterior, con la diferencia de que el auxilio económico se proporciona a la familia al ocurrir el fallecimiento de un educador en servicio o pensionado. Actualmente este auxilio económico llega a la suma de cuatro millones de colones (¢4.000.000,00) mientras la cuota mensual que paga el asociado es de mil novecientos setenta colones (¢1.970,00) mensuales.
Posteriormente don Alejandro trabajó en la zona sur de la provincia de San José. En el año 1928 fue trasladado a la provincia de Heredia al desempeño de la visitaduría del circuito tercero. Sirvió esas funciones con eficiencia y laboriosidad.
Fue siempre el consejero de los maestros, el compañero de trabajo, quien dirigió las labores docentes, haciéndose estimar de todos por sus méritos y cultura. En el año 1944 se retiró el sr. Rodríguez de la enseñanza para acogerse a una pensión justamente merecida por sus numerosos años de servicio. El 4 de octubre de 1940 le fue tributado un cálido homenaje por los maestros de la provincia de Heredia en el salón de actos de la Escuela Normal de Costa Rica. Se le condecoró con una medalla de oro y se efectuó un lucido acto cultural. Murió en la ciudad de Heredia, el 2 de enero de 1947, a los sesenta y cinco años de edad. En este mismo año la Asociación Nacional de Educadores, lo honró con un homenaje póstumo y dejó en su bóveda en el cementerio de Barva una placa de mármol que dice: «Homenaje de los educadores de Costa Rica al ilustre maestro Alejandro Rodríguez Rodríguez, creador de la Ley de la Sociedad de Seguros de Vida del Magisterio Nacional. Diciembre 1947».
La Escuela de Vuelta de Jorco de Aserrí, San José, lleva su nombre en homenaje a su memoria. También el primer edificio de la Sociedad de Seguros, lleva el nombre del fundador de la institución.
Trascendencia de la obra de don Alejandro
La genialidad y trabajo incansable de don Alejandro -y que justifica el presente proyecto- se empieza a manifestar a inicios de 1916, cuando el país – particularmente los maestros de Costa Rica- enfrentaba la mayor crisis de principios de siglo: la primera guerra mundial y sus consecuencias en nuestro país, y la dictadura de los Tinoco.
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