¿Estará en riesgo Costa Rica de caer en el fundamentalismo religioso?

Hoy, que se ha informado sobre lo que puede suceder en Afganistán con la llegada al poder de los Talibanes, a muchos les asalta esta duda.

Empecemos por el principio: ¿Qué es Fundamentalismo Religioso?

Básicamente se trata de una corriente extrema que subsiste en la mayoría de religiones en el mundo. Equivocadamente algunos creen que es natural o equivalente a la religión musulmán y que es exclusiva de ella. Sin embargo esto no es así.

El Fundamentalismo Religioso tiene «denominadores comunes» que son relativamente fáciles de identificar sin hablar de una religión en específico.

1. Enfoque literal a textos religiosos

Los fundamentalistas religiosos requieren una interpretación literal de sus textos sagrados. Mientras que los grupos religiosos moderados y contemporáneos pueden interpretar y aplicar un texto sagrado de manera fluida, los fundamentalistas generalmente toman el texto de manera literal, interpretando cada frase como una verdad absoluta. El fundamentalismo fue utilizado por primera vez en 1920 para describir a los protestantes evangélicos que creían que la Biblia es la palabra infalible de Dios.

2. Tendencia conservadora

El fundamentalismo religioso se caracteriza por sus creencias conservadoras y apego a las tradiciones. Para muchos grupos fundamentalistas, esto implica tener roles tradicionales por género, como una mujer sumisa y hombres dominantes.

3. Politización

La tercera característica del fundamentalismo religioso es la orientación política de sus creyentes, la cual se encuentra activamente en contra de gobiernos proteccionistas en sus países. Esto se ejemplifica en países como Irán, donde los principios musulmanes tradicionales y las creencias son incorporadas a la ley, e incluso se extiende a los Estados Unidos, donde los grupos religiosos se implantan en el gobierno para ejercer legislaciones basadas en la fe, a pesar de la separación constitucional de la iglesia y el Estado.

4. Ética fundamentalista

La politización no puede operar sin un deseo de contar con leyes dictadas por la ética de los grupos fundamentalistas. En un ensayo titulado «Core Characteristics of Religious Fundamentalism Today,» (Características Centrales de los Fundamentalistas Religiosos Actuales), Jakobus M. Vorster describe el proceso como «ética casuística», en la cual la metodología fundamentalista aplicada en su ética religiosa se traslada a casos de la vida real para construir un código moral fijo y controlar las vidas de sus seguidores.

5. Autenticidad de la religión

Sin una creencia profunda de que su religión es la verdad absoluta, los fundamentalistas no tendrían una base. Ellos ven a las fuerzas seculares y externas como una amenaza a la autenticidad de la religión, lo que crea reacciones, prejuicios e intolerancia hacia los que se perciben como «diferentes».

6. Naturaleza reactiva e intolerancia

El fundamentalismo por lo regular viene de la mano con miedo al enemigo, real o imaginario. Cuando un grupo se siente amenazado por factores externos, reaccionan con publicidad en contra del enemigo y defendiéndose de aquello con lo que están en contra.

7. Tendencia a la violencia

La naturaleza reactiva de los grupos fundamentalistas sirve como justificación para sus actos violentos. Los fundamentalistas generalmente creen que están cumpliendo con el trabajo de Dios y que atacar a quienes perciben como enemigos es atacar a enemigos de Dios.

8. Fuerte liderazgo

Los grupos fundamentalistas por lo general cuentan con un claramente marcado y carismático líder, quien inspira el sentido de unión entre sus seguidores. Este líder funge como el representante terrenal de su deidad y demanda absoluta sumisión. Generalmente se trata de líderes religiosos, pero también existen aquellos que son una combinación de liderazgo político y religioso.

9. Creación grupos

La naturaleza de los fundamentalistas es crear una mentalidad de «nosotros contra ellos» entre sus seguidores. Todos están ya sea a su favor, o en su contra. Esto establece grupos específicos de aquellos que están «dentro» y son fundamentalistas contra cualquiera que esté «fuera», resultando en grupos muy homogéneos. Crean y aprovechan la polarización de la sociedad para obtener más seguidores y por lo tanto más poder. No les preocupa el daño que pudieran ocasionar a familias o a la misma sociedad porque lo único que les interesa es fortalecer sus grupos religiosos.

10. Convergencia del fundamentalismo y el nacionalismo

Los grupos fundamentalistas por lo general son muy nacionalistas. Perciben sus creencias como una verdad absoluta y el mejor camino para la nación entera, y trabajan para convencer de sus creencias a su país de nacimiento. Esto, por lo general resulta en xenofobia y un constante miedo al «otro», visto como una amenaza al país y sus creencias.

¿Todos los religiosos son fundamentalistas?

Decir o señalar que todos los religiosos son fundamentalistas es una falacia. Así como no todos los musulmanes lo son, tampoco todos los cristianos.

Tal y como se señaló desde el principio, el fundamentalismo es una rama – generalmente no oficial – de una religión que toma las enseñanzas de su libro o libros sagrados, como verdades absolutas, de obediencia obligatoria y de aplicación general.

Siempre es fácil distinguir a un fundamentalista. Generalmente sus posiciones son absolutas, cerradas y no negociables. Entienden el mundo de forma binaria. O es blanco o es negro. No existen los matices. Usted es parte de ellos o es enemigo. Normalmente se aferran a sus escritos para decir que «Dios ordenó…» o que «Dios dijo..» sin importar lo que diga la ciencia, la experiencia en sociedad o las relaciones familiares y afectivas.

Se dice que discutir con un fundamentalista sobre cualquier tema es perder el tiempo, pues bien este sería quizá la mejor manera de identificar a uno: alguien que no acepta nada salvo su visión del mundo y pretende que quienes le rodean piensen exactamente igual que él o ella.

¿Estará Costa Rica en riesgo de caer en el Fundamentalismo Religioso?

En las últimas elecciones se ha dado un fuerte componente religioso que ha enfrentado a la sociedad costarricense sobre todo alrededor de las enseñanzas bíblicas.

Temas como el aborto (terapéutico o libre), el matrimonio entre personas del mismo sexo y el reconocimiento lógico de todos los derechos que les competerían, la enseñanza cuasi obligatoria de materias relacionadas con la religión católica en las escuelas, la censura de programas de televisión, cable, radio e incluso redes sociales, la segregación de la sociedad entre «creyentes» y «no creyentes» y demás, han sido tópicos en campañas políticas que han logrado polarizar a la sociedad.

Es de suma importancia entender que un gobierno, sea este cual fuere, debe gobernar para todos. Y gobernar implica la tutela de derechos y deberes sin importar religión, sexo, color de piel o de estatus económico. Así las cosas, cualquier intento de imponer de forma activa o pasiva una creencia o principio religioso a grupos que no profesan o no creen en el «libro sagrado» que la enseña, es un acto religioso fundamentalista, así se disfrace de partido político.

El discurso religioso ha sido utilizado hábilmente por algunos políticos que, sin ser realmente religiosos saben muy bien que pueden ganar adeptos al mostrarse simpatizantes de posiciones conservadoras. Otros, abiertamente proclaman que los principios religiosos en los que ellos creen son verdad absoluta y por tanto de seguimiento obligatorio por todas las personas, sin importar si son creyentes o no.

Quizá el riesgo está en saber identificar quiénes son realmente fundamentalistas religiosos y quiénes solo utilizan algunos discursos y posturas de forma política para ganar votos.

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