En la Isla del encanto la central eléctrica de carbón de Puerto Rico está vertiendo cenizas tóxicas. De propiedad de la estadounidense Applied Energy Systems, la central es un verdadero problema para la salud pública: enfermedades respiratorias, de la piel, malformaciones en niños y más son algunas de las consecuencias de que las cenizas ronden el aire de la isla del Caribe.
La empresa tenía permiso de trabajar hasta los años noventa, hoy profesores, investigadores y amas de casa de algún modo participan de las protestas para su retiro: desde una protesta en casa, bloqueos de los camiones de la empresa, a acciones callejeras que han terminado en represión.
En julio comenzó un movimiento, popular, juvenil, pero también barrial que terminó en una protesta en el Capitolio en el que se vertieron las cenizas tóxicas que vuelan en toda la isla. Pero la protesta se desborda por más problemas, una participante dice:
Aquí se están cerrando escuelas, aquí se le va a reducir las pensiones a los retirados, aquí se le va a reducir la jornada de trabajo a los empleados, se van a reducir los servicios de salud y podemos seguir enumerando todas las cosas que van a ser reducidas porque hay un crisis y tenemos que pagar.
El problema de las cenizas escala en el escenario público y se extiende en toda la isla. Su epicentro son los poblados de Peñuelas, Guayama y Humacao que se han rebelado contra la planta eléctrica. Jugadores de beisbol como Edwin Rodríguez subcampeón del Clásico Mundial de Béisbol han expresado su simpatía con el movimiento.
En paralelo el gobierno preparó una modificación en las relaciones de trabajo, en el que se reduce la jornada laboral, la eliminación del bono de navidad y las reformas al sistema de retiro. La primera medida afectará a uno 140.000 funcionarios del gobierno pero esto reducirá drásticamente su salario. En el caso de la reforma de retiro las pensiones se verán modificadas.
Desde 2008, con la crisis de Estados Unidos, los planes sociales y públicos de la isla se han reducido. Dichos planes de ajuste hoy hacen que los trabajadores y el pueblo pobre sea quienes paguen los efectos de la crisis que causaron los grandes empresarios.
Este primero de mayo pasado los sindicatos organizaron un paro nacional con fuerte acatamiento en el sector público. La deuda ha crecido de forma galopante: 74.000 millones de dólares. La resistencia ambientalista y la lucha contra el ajuste son una sola y comienzan a unificarse.
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