La ya famosa aplicación Uber, que permitiría crear los contactos entre personas que facilitarían su vehículo para transporte y usuarios que lo requirieran, ya está operando en el país.
Lo tradicional siempre ha sido el llamar a una central telefónica o bien esperar en carretera algún vehículo identificado para solicitar el servicio. No obstante los tiempos empiezan a cambiar y la tecnología está brindando opciones novedosas que facilitarían el acceso a este servicio.
Ante el cambio inminente, el gobierno ya reaccionó a través del Viceministro de Transportes señor Sebastián Urbina, informando que, quienes se registren como Conductores serán tratados como cualquier «taxista pirata», tal y como lo informó otro medio de comunicación, señalando que serían multados con ¢99,000.00 y retirando las placas del vehículo.
Los requisitos que pide la empresa Uber para registrarse como Conductor son simples:
Lo siguiente es llenar un formulario con información básica y cancelar un monto determinado para poder participar como conductor.
Este servicio ya se ha instalado en distintos países con cierto éxito y ha obligado a los distintos países a replantear sus leyes para considerar esta nueva modalidad. Incluso la experiencia en México hizo que las regulaciones fueran más allá de lo que hoy se puede ver en el registro, considerándose aspectos como vehículos con aire acondicionado, bolsas de aire y otros.
Muchos ya le dan la bienvenida a esta empresa pues consideran que es un paso adelante para mejorar el servicio de transporte privado de personas.
No obstante no todos están contentos con la puesta en marcha de este servicio en Costa Rica. Tanto los taxistas como los autobuseros se han opuesto a que la empresa se instale aquí tal y como lo han hecho en otros países.
Gilbert Ureña de Fenacotaxi considera que este servicio sencillamente «los sacaría del negocio», ante lo que se responde que esto no ha sucedido ni sucederá en los países en que ya opera (en México opera desde el año 2013) sino que ha mejorado en mucho la calidad del servicio.
No sabemos lo que suceda en el futuro. Lo que sí es cierto es que todo cambio genera resistencia y podríamos estar ante un cambio que la tecnología está impulsando, para que el servicio de taxi tradicional evolucione hacia otro mucho más personalizado.
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